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Comentarios sobre el artículo “La interacción entre los estilos de desarrollo y medio ambiente en América Latina”
- Source: Revista de la CEPAL, Volume 1980, Issue 12, Aug 1980, p. 55 - 72
- English
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- 08 Aug 1980
Abstract
Al iniciar este comentario deseo afirmar, sin alarde de falsa modestia, que soy uno de los menos calificados para hacerlo porque participo de un tipo de ceguera generacional con respecto a los problemas del medio ambiente, que si bien se ha ido despejando poco a poco, ello de ninguna manera me califica para abordarlos. De todas maneras, plantearé alguno puntos de vista y llamados a la cautela con respecto a conceptos y lineas que se presentan en documentos y exposiciones sobre estos asuntos. De partida, quisiera aludir y repetir la toma de posición de Osvaldo Sunkel y Enrique Iglesias diciendo que para un economista de mi generación, como para muchos que están en los escalones siguientes, resulta casi inverosímil que durante tanto tiempo haya pasado desapercibida, sin introducirse ni siquiera tangencialmente en nuestras discusiones, esa relación vital hombre-medio O sociedad-entorno físico. Habría que confesar y reiterar con modestia, e incluso arrepentimiento, que quienes venían haciendo repicar las campanas de advertencia y alarma sobre el tema, no sólo fueron escuchados con indiferencia sino que a menudo se los consideraba como una variedad de excéntricos bien intencionados, que se preocupaban por cuestiones más o menos irrelevantes frente a las para nosotros realmente importantes. Creo que en todas las reuniones que actualmente se realizan sobre este tema, debería comenzarse por un homenaje a quienes abrieron el camino y la inquietud sobre estos asuntos, y fueron tan poco escuchados en los años pasados. Absorbidos algunos economistas por las relaciones entre clases e individuos, y otros por el fetichismo mercantil, habían dejado de lado el ‘pequeño detalle’, corno habría dicho un fumoso cómico mexicano, de que esos procesos tenían lugar en un contexto finito y en persistente agotamiento o deterioro. Todo esto sin mencionar los aspectos más nobles relativos a la calidad de la vida. Como infortunadamente ocurre a menudo, y a despecho de la imagen optimista del homo sapiens, la reconsideración sustancial de los enfogues tradicionales sólo apareció después que el impacto y el testimonio de crisis flagrantes y amenazadoras pusieron al desnudo su miopía y su insuficiencia. Pero creo que no vale la pena ahondar sobre este asunto; lo importante es que la reconsideración crítica ha avanzado con rapidez y que está madurando y proyectándose sobre la acción una nueva e integradora perspectiva de desarrollo.