Igualdad de género

El mundo no está encaminado para lograr la igualdad de género para 2030 y las consecuencias sociales y económicas de la pandemia han hecho que la situación sea aún más desalentadora. Los avances en muchas áreas, como el tiempo dedicado a los cuidados no remunerados y al trabajo doméstico, la toma de decisiones en materia de salud sexual y reproductiva, y la elaboración de presupuestos sensibles a las cuestiones de género, están quedando rezagados. Los servicios de salud para la mujer, ya mal financiados, sufrieron graves trastornos. La violencia contra las mujeres continúa siendo endémica. Y a pesar del liderazgo de las mujeres en la respuesta a la COVID-19, siguen a la zaga de los hombres en cuanto a asegurar los cargos de toma de decisiones que merecen. Se requiere de compromiso y medidas audaces para acelerar el progreso mediante la promoción de leyes, políticas, presupuestos e instituciones que promuevan la igualdad de género. Es vital una mayor inversión en estadísticas de género, ya que en la actualidad se dispone de menos de la mitad de los datos necesarios para poder supervisar el Objetivo 5.

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