Revista del patrimonio mundial - Volume 2020, Issue 94, 2021

La Convención del Patrimonio Mundial es el único instrumento jurídico internacional que protege tanto los sitios culturales como los naturales. Las naciones (o Estados Partes) que adhieren a la Convención acuerdan proteger el patrimonio no solo en su propio país sino en los otros países también. Oficialmente llamada la Convención sobre la protección del patrimonio mundial cultural y natural, fue adoptada por la Conferencia General de la UNESCO en 1972.

Este sistema ha ido evolucionando por etapas sucesivas desde el siglo XIV hasta nuestros días. Comprende los siguientes elementos: una red de canales; arcas de agua, construidas entre los siglos XV y XVII, que albergaron en otros tiempos maquinarias de bombeo; un local para carnicería refrigerado con agua; un conjunto de tres fuentes monumentales; y centrales hidroeléctricas que siguen suministrando actualmente energía renovable. Propiciadas por la existencia de este sistema peculiar de gestión de los recursos hídricos, las innovaciones tecnológicas relacionadas con el agua han hecho de Augsburgo una ciudad puntera en el ámbito de la ingeniería hidráulica.

Este sitio presenta un sistema de llanuras de marea considerado el más grande del mundo. Estas llanuras de marea, así como las marismas y los bajíos, son excepcionalmente productivos y sirven como áreas de crecimiento para muchas especies de peces y crustáceos. Las zonas intermareales del Mar Amarillo/Golfo de Bohai son de importancia mundial como punto de encuentro de numerosas especies de aves migratorias que utilizan la ruta de migración desde Asia oriental a Australasia. Grandes concentraciones de aves, entre las que figuran algunas de las especies más amenazadas del mundo, dependen de este litoral para detenerse, mudar sus plumas, descansar, invernar o anidar.

El 8 de septiembre de 2019, se cumplieron 41 años desde aquel septiembre de 1978, cuando la UNESCO publicó por primera vez una Lista de sitios del Patrimonio Mundial que merecían especial atención de la humanidad para preservar su naturaleza y/o cultura. Los tesoros arquitectónicos y artísticos atesorados en nuestro Centro Histórico, uno de los mejor conservados y más vivos del planeta, permitieron a Quito este hito.

En 1979 se inscribió en la Lista del Patrimonio Mundial el sitio formado por la ribera del lago Ohrid situada en Macedonia del Norte, así como la ciudad de este mismo nombre y la región circundante. Con la actual extensión, el sitio abarca ahora la ribera del lago situada en Albania, comprendida la pequeña península noroccidental de Lin y la franja ribereña que se extiende desde ella hasta la frontera macedónica. Esta península alberga los vestigios de una capilla cristiana fundada a mediados del siglo VI. Cerca de la orilla albanesa hay tres zonas, situadas en aguas de escasa profundidad, en las que quedan restos de viviendas lacustres prehistóricas sobre pilotes. Excepcional en el plano geológico, el lago Ohrid alberga numerosas especies endémicas de vegetales y animales acuáticos que datan de la Era Terciaria.

El seminario “Cambio climático, patrimonio mundial y turismo” fue presentado en la sede de la UNESCO el 16 de diciembre de 2019 por la Universidad París 1 Panthéon- Sorbonne en colaboración con el Centro del Patrimonio Mundial, ICOMOS Francia y la Asociación de Sitios del Patrimonio Mundial de Francia.

Teniendo en cuenta los alarmantes resultados de un examen técnico independiente de la Evaluación Ambiental Estratégica (EAE) del proyecto, el Centro del Patrimonio Mundial expresa su grave preocupación por el estado de conservación de la Reserva de Caza de Selous, Tanzanía, sitio del Patrimonio Mundial, y los efectos del Proyecto Hidroeléctrico de Rufiji en el bien.

Treinta y dos jóvenes profesionales de 17 países de la región asistieron al Foro de Jóvenes Profesionales del Patrimonio Mundial Árabe, celebrado en Túnez (Túnez) del 2 al 6 de diciembre de 2019. Los participantes aportaron una amplia gama de antecedentes académicos y profesionales relacionados con el patrimonio y la consolidación de la paz. Durante los cinco días examinaron el concepto de extremismo violento y su manifestación en los sitios del patrimonio, los procesos de recuperación y reconciliación y el papel fundamental que pueden desempeñar los jóvenes y la sociedad en su conjunto. En su calidad de jóvenes profesionales en la materia, exploraron una visión común de un futuro de paz en la región, y debatieron la forma en que la cultura puede aprovecharse para ayudar a crearla.